De algunas trilogías que me han gustado (I)

Con esta entrada pretendo iniciar una pequeña serie de comentarios sobre trilogías que me han gustado especialmente. Espero que te gusten e incluso animarte a leerlos, en el caso de que no lo hayas hecho ya y, si te apetece, te animo a comentarlos. Me encantaría saber qué trilogías son tus favoritas.

La primera trilogía que propongo fue escrita por Robertson Davies (en la foto), Ontario (Canadá) 1913-1995. Este autor, muy conocido en Canadá, no ha alcanzado el grado de conocimiento entre el público en general que su obra le hace merecedor (al menos desde mi punto de vista.) Como señala el escritor y periodista Valentí Puig en el prólogo de la trilogía que propongo para esta entrada: en realidad, algunas de sus novelas fueron traducidas al español, pero sin convocar el fervor de las masas ni el entusiasmo de los críticos que todavía leen.

Entre sus obras caben destacar tres trilogías. En esta ocasión, quiero referirme a la llamada Trilogía de Deptford, escrita a lo largo de los años 70, y que ha sido editada la la editorial Libros del Asteroide, como obra única (en la imagen) y, naturalmente, por separado como veremos más abajo.

La acción, el hilo conductor básico es la misteriosa muerte de un magnate canadiense que es encontrado ahogado dentro de su coche en el puerto de Toronto.

Cada parte de la trilogía nos aportará un punto de vista que nos irá acercando poco a poco al conocimiento cabal no ya del magnate, sino de una gran cantidad de personajes, magníficamente descritos por este estupendo autor. Es de destacar, en conjunto, la gran variedad de "campos de actividad" o segmentos de conocimientos del que hace gala Davies a lo largo de las páginas de cada parte, desde el santoral, al mundo del espectáculo, la educación, etc.

EL QUINTO EN DISCORDIA, primer título de la trilogía, escrito en 1970, es el ángulo que aporta Dunstan Ramsey, el amigo de la infancia del magnate muerto, Boy Staunton. En este volumen, conoceremos el principio de lo que parece ser "un drama a futuro".

En efecto, siendo niños, los dos amigos jugaban y Staunton introdujo aviesamente una piedra en la bola de nieve que le iba a tirar a Dunstan, pero éste la esquivó y la bola fue a golpear la cabeza de la señora Dempster, mujer del párroco, y que parece ser aceleró el parto de un niño.

La narración comienza en ese día y se extiende a lo largo de gran parte de su vida y de los personajes fundamentales de la obra, a sí como las especiales relaciones entre todos ellos.

MANTÍCORA, segundo título escrito en 1972, aporta la visión del hijo del magnate, un ser trastornado que está convencido de que su padre ha sido asesinado. La relación con su padre ha sufrido grandes altibajos, básicamente, por el fuerte carácter y personalidad de su padre.

David, que es un reputado y conocido abogado, ha decidido consultar a un psiquiatra, para lo cual se dirige a Zurich. Gran parte de la narración son las sesiones con la psiquiatra que le trata. Pasará las vacaciones de Navidad en Suiza, donde coincidirá con otros personajes que hemos conocido en el primer título y completaremos el conocimiento que tenemos para resolver este puzzle múltiple que nos plantes el Sr. Davies.

EL MUNDO DE LOS PRODIGIOS, tercer y último título, escrito en 1975, nos aporta el fundamental punto de vista de aquel niño que nació prematuramente de la Sra. Dempster, al parecer por el golpe de la bola de nieve "trucada" en la cabeza. En esta parte sabremos por qué y a dónde se fue el crío aquél que, con le tiempo, se convertiría en un famoso prestidigitador.

En esta última parte, sabremos por fin qué ha ocurrido de verdad con la muerte del magnate, y se cerrarán todos los círculos que se habían abierto a lo largo de los dos títulos anteriores.

La verdad es que esta trilogía me sorprendió gratamente y disfruté muchísimo con la lectura de esta intrincada historia de historias. Insisto en resaltar la maestría con la que es capaz de retratar a los diferentes personajes.

¿Conocías a este autor? ¿Has leído esta trilogía? ¿Has leído algún otro título de Robertson Davies?