jueves, 14 de enero de 2010

De algunas diferencias entre hombres y mujeres.


El otro día estaba reordenando parte mis libros cuando "apareció" un ejemplar con el que ciertamente me reí mucho, por las anécdotas que contaba y por las situaciones cotidianas en las que, a veces, nos vemos inmersos.


Realmente no sé qué base científica tiene, pero lo cierto es que intenta un acercamiento al "hecho diferencial", lo cual me pareció como mínimo interesante en una época en la que lo políticamente correcto se impone incluso a la lógica más elemental.

Se trata del libro POR QUÉ LOS HOMBRES NO ESCUCHAN Y LAS MUJERES NO ENTIENDEN LOS MAPAS, escrito al unísono por Allan y Barbara Pease, editado por Editorial Amat.

En este libro, que se ha convertido en un best seller internacional, los autores tratan de explicar las diferencias entre ambos sexos basándose en un camino evolutivo diferente entre ambos debido a la especialización de tareas a partir de las primeras etapas del ser humano. Se citan varios y diferentes estudios específicos y aplicables a los diferentes enunciados del libro.


Ciertamente los autores insisten en que presentan características generales. No son, desde luego, lo que hoy llamaríamos políticamente correctos; y en ese sentido se manifiestan desde el mismo principio. Se plantean el objetivos global de que cada uno aprenda más sobre sí mismo y del sexo opuesto e intenta responder a cuestiones generales (o tópicos) como: por qué los hombres no deben nunca mentir a una mujer; las mujeres hablan tanto y los hombres tan poco; por qué los hombres nunca encuentran nada; el mismo título del libro; y otros.


Los autores (en la foto) son Allan y Barbara Pease son un matrimonio australiano que han saltado a la fama por una serie de libros, especialmente relativos al lenguaje corporal, y otros orientados al mundo comercial, así por como vídeos de formación y seminarios profesionales.


Puedes ampliar información sobre ellos visitanto su página web oficial (en inglés.)


Por otro lado, acaba de ver la luz su última obra POR QUÉ LOS HOMBRES QUIEREN SEXO Y LAS MUJERES NECESITAN AMOR, también editado por la Editorial Amat, y ya he leído algunas reacciones francamente "hostiles".

Si te apetece conocer un poco más sobre este libro y las motivaciones, así como un atisbo del rechazo que han provocado en ciertos ámbitos, te propongo la lecturas de los dos siguientes artículos/entrevistas (muy interesantes, por cierto) de sendas publicaciones españolas: La pareja más odiada por los feministas vuelve a la carga, publicado en EL MUNDO el pasado 27 de septiembre de 2009; y Los hombres ricos provocan más orgasmos a sus parejas, publicado en LA VANGUARDIA el pasado 5 de octubre de 2009.

Desde luego, este libro te arrancará más de una sonrisa, que no es poca cosa y más en los tiempos que corren. ¿Conocías a estos autores? ¿Conocías este libro? Encajas en los tópicos del título?



1 comentario:

  1. Me reí un montón con los hombres que no encuentran nada y las mujeres que no entienden un mapa. Además, la ironía encerraba un rigor científico de altura considerable. La experiencia lo confirma: siempre me acordaré de cierta mujer con un mapa en la mano a la salida de un hotel en Praga...

    Pero en cualquier caso lo tenemos jodido. Imagina la siguiente situación. Vas paseando por la calle con tu pareja y al mismo tiempo tiene lugar dos hechos destacables: se acerca una chiquilla (no importa la edad) despampanante, mientras del supermercado de la esquina huye un tipo perseguido por un vigilante.

    Nosotros, como cazadores que somos, solo tenemos un objetivo. Supongamos que el primer estímulo ha sido el tipo del super. Poco creíble, vale, pero es solo un ejercicio de imaginación. Nos perderemos la tremenda burra que pasa por al lado. En el caso contrario, mucho más probable, ni siquiera sabremos que se está produciendo un robo delante de nuestras narices.

    Sin embargo, ella, con sus dotes de visión periférica, por ser recolectoras y cuidadoras de la prole, contemplará ambos sucesos, e incluso nuestra propia reacción. En el muy probable caso de que nos hubiéramos centrado en la burra, ya la tendríamos liada con lo de que siempre estamos pensando en lo mismo, etc. Y si, por una inimaginable casualidad el tipo de super fuese el que estuviese en el punto de mira, nos regalarían: anda pillín, no te hagas el sueco, que ya se lo que estás pensando. Nos quedaríamos con cara de imbécil, pensando qué rayos pensaba ella que pensábamos. Ósea, la habríamos jodido igualmente.

    Un saludo Jotabe. Sigue siendo un placer leerte.

    ResponderEliminar