jueves, 8 de octubre de 2009

De los comportamientos trasvasados (I)

En esta entrada me gustaría apuntar dos novelas cuyos protagonistas son animales, aunque ya habíamos visto en una entrada anterior, De las ratas de biblioteca y otros bichos, otras dos estupendas obras donde los protagonistas eran roedores con facultades humanas.


Las famosas fábulas de Esopo utilizaban a los animales para comparar respuestas y actitudes ante un mismo problema. La síntesis de la fábula era una moraleja, una enseñanza moral (nunca una doctrina, afortunadamente.) Reconozco haber disfrutado mucho con las diferentes fábulas e historias, en los cuentos que de chico, leía o me leían. (¡Ah, Perrault, Samaniego...!)

Personalmente no es que me fascinen los animales antropomorfizados y de hecho, siempre me llamó la atención por qué el pato Donald tenía gorra y camisa pero no vestía nada de cintura para abajo.

¡A lo que iba!: los animales son un estupendo recurso para analizar las actitudes o características típicas de los seres humanos, que parecen cobrar más fuerza cuando aquéllos ostentan el mando.

LAS OVEJAS DE GLENNKILL, de Leonie Swann, editado por Ediciones Salamandra. La acción transcurre en Irlanda, en un prado de tranquilidad aparente idílica. Y comienza una mañana en que aparece muerto un hombre. Es un pastor y su cuerpo aparece rodeado por su rebaño de ovejas.

Estas ovejas se habían beneficiado de las veladas nocturnas del pastor, que les solía leer en voz alta novelas especialmente del tipo romántico, alguna obra técnica y sólo una aventura policíaca.


El caso es que las ovejas deciden investigar el asesinato de su pastor combinando sus diferentes habilidades individuales, como la memoria, saber contar, saber razonar... siguen siendo ovejas y como tales se comportan (balan, no hablan, etc.) La novela se plantea desde punto de vista de las ovejas, incluyendo su opinión sobre el género humano.

Desde luego es una novela divertidísima, que recomiendo, llena de guiños (la primera [oveja] en examinar el cadáver fue Miss Mapple).


Esta es la primera y, de momento, única novela de Leonie Swann (en la foto), nacida en Múnich, Alemania, y licenciada en Literatura Inglesa. Parece ser que mientras estabas en París, sintió añoranza de la vida rural y las ovejas que conoció en un viaje a Irlanda. Sea como sea, me alegra de que escribiera el libro.


¿Conocías esta obra? ¿Te leían los historias y fábulas clásicas? ¿Te gusta la novela negra? ¿Sabes por qué Donald no llevaba pantalones?



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